La postura transmite ideas y apoya los argumentos, pero también puede facilitar o dificultar la transmisión física del lenguaje. Nuestros gestos, nuestra postura y nuestra voz son una importante carta de presentación. Debemos cuidar también estos elementos, que no son detalles, sino constituyentes necesarios de la comunicación.
No es igual estar sentado o de pie; tras una mesa o un atril; con el cuerpo al descubierto o parcialmente oculto.

Los pies nos ayudan a encontrar la postura adecuada: deben estar levemente separados, más o menos en línea con las caderas, que es la posición en la que nuestro cuerpo se siente más cómodo y la que permite que nuestros brazos vuelen en apoyo de nuestras palabras sin dar la sensación de que perdemos el equilibrio.
Si estamos tras una mesa, también es buena cosa estar derecho y apoyarse en ella lo menos posible, de modo que los brazos no nos sirvan de puntal, sino de ayuda.
Aquí pongo una imagen que ejemplifica lo que, o no se debe hacer, o no es conveniente hacer constantemente.
http://www.youtube.com/watch?v=crLnzAFAMHI
ResponderEliminara partir del minúto 5:45, excena donde se explica lo mismo. La pelicula es muy recomendable
¡Pues últimamente te veo bastante apoyado en las mesas! Pero tengo que confesarte que me emocioné muchísimo con el discurso de abertura del curso de Teatro Clásico Grecolatino. Mucho mejor que la ponencia que le siguió. Para mí también fue sorprendente ver a tanta gente en el curso, aunque este año me estoy sorprendiendo bastante, Almería empieza a estar más viva.
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